domingo, 16 de noviembre de 2014

Palabras




Y, ¿Ahora qué? Otra puta hoja en blanco que espera a ser decorada por mis palabras sin sentido de efecto o de causa, simplemente un conjunto de letras que necesito expulsar de mi mente, o de mi interior según como se precien, darles un formato y exponerlas ante este texto insulso y con un declive que genera en rabia, empatía, énfasis y utopía.

Sinceramente, no sé que pretenden hacer mis palabras aquí y ahora, es como si viesen algo vacío y quisiesen darle un mero sentido. Que osadas resultan cuando todavía están en mi mente y cuanto les cuesta salir de ella, mostrándose tal y como son, con esa transparencia de mi mirada cuando se detiene ante la tuya, instantes antes de ese beso que sabe mejor que cualquier palabra del mundo, pero ojo, aquí no he venido a hablar de ti y de mi, sino de las palabras, y que bien juegan en tu boca cuando me dices que me quieres y en realidad solo es producto de mi imaginación, porque en mi recuerdos, no consta esa frase en mi diccionario sentimental, todo fue fruto de un deseo incontrolable entre nuestros cuerpos desnudos fuera de control.

Otra vez pierdo el norte pensando en ti y en lo bien que lo pasamos, olvidándome de las palabras, de los juegos, del deseo carnal y de tu sonrisa que sigo llevando clavada en mi retina. No me dejes que sueñe con volver a tenerte entre mis brazos y que el roce de tu piel encienda mi entrepierna, solo quiero no soñarte, quiero que estés delante de mí nuevamente para que pueda describir con palabras lo bellísima que eres, pero soy incapaz de hacerlo sin que me quede con la boca entreabierta y que mis ganas de devorarte se apoderen de mi, dejando fluir toda la pasión que llevamos dentro cuando nos juntamos.

Vuelvo a dejar en un punto y aparte mis palabras, sin darle un formato y un sentido lógico a todo esto, pero que más da, son solo eso, palabras que se quedaron latentes en ese rincón perdido de mi mente, por tiempo indeterminado.

lunes, 17 de marzo de 2014

Desahogo Mental




Tengo que soltarlo, desprenderme de ese lastre de sentimientos que se aferran a las paredes de mi cuerpo y no me dejan casi ni respirar.

Estoy tan harta de tropezar con esa piedra que no quiere apartarse de mi camino, pero cuando me mira con esos ojos no soy capaz de resistirme a su encanto, y deseo tropezarme nuevamente, aunque eso suponga un exceso de equipaje emocional
.
Ya no veo el vaso medio lleno y medio vacío si tú no estás aquí.

Joder, vaya mierda de mundo, de jugar con los sentidos, de soñar despierto y no encontrar una respuesta concreta ante un montón de dudas existenciales sobre el amor, desamor y otros razonamientos ilógicos ubicados en el corazón o en su defecto en la mente.

Sinceramente, que más da lo que pueda pensar, solo quiero escapar de esta realidad que tanto nos consume día tras día.

Mírame, soy como ese títere que alguna vez conseguiste manejar, pero, ¿sabes qué? Estoy cansada de que metas el dedo en mis heridas, ya no lo aguanto más, voy a romper este silencio con un hasta luego, porque al fin y al cabo, soy incapaz de separarme de tu lado, ¿es qué no lo ves? Soy aquella persona capaz de hacer sonreír hasta tu mirada más triste, la que busca en tu dolor una vía de escape para sanar todo el daño causado a lo largo de tu vida.

Que asco de armonía, de noches sin dormir, de sueños que se convierten en pesadillas, de todo y de nada.

Acércate, que al fin y al cabo, soy como ese lobo con piel de cordero y que cada vez que me miras pierdo la noción del tiempo. Hablemos de la vida, del pasado, del presente y de un futuro incierto. Conoce mis secretos, déjame profundizar en los tuyos, solo así podremos ver como somos realmente, sin engaños ni mentiras, solo una claridad palpable con cada palabra entrecruzada por nuestros labios.

Me da igual lo que piense la gente, siempre he sido de romper las reglas, pensar por mi misma y lo que muchos ven mal, para mi solo es un paso para hacer las cosas bien y si eso implica aportar un poco de felicidad en mi vida, bienvenido sea el desastre natural, que se cuela por mi mente, avanzando por mi garganta hasta encontrar su destino final en un corazón lleno de cicatrices.

Duele, sí, duele equivocarse tantas veces, pero de ahí saco lo mejor de mí, la fuerza de 1000 titanes para seguir adelante y aprender, madurar, y afrontar las situaciones con un punto de lógica aplastante.

Me encanta ser tan contradictoria y acertada a la vez.


Curiosa descripción de una mente que no tiene intención de quedarse quieta. Aún me queda mucha guerra que dar en la cama y mucha paz por la mañana.

domingo, 9 de febrero de 2014

Fusión Nocturna.





Quítate los miedos, que me voy a encargar yo de ellos.

Revoluciona mi mundo en un solo instante eterno.

Lame mis heridas del pasado, esas que todavía no me dejan dormir por las noches.

Rompe todos los silencios cómodos con un beso.

Folla de mil maneras mi pensamiento.

Déjame sin aliento y muérdeme los sentidos, 

que esta noche, tú y yo, vamos a hacer estallar hasta los planetas.


viernes, 31 de enero de 2014

Ojalá.




Ojalá no doliese tanto,

Ojalá dejar de sufrir así,

Ojalá dejar todo esto en el olvido,

Ojalá volver a sentir,

Ojalá escapar de esta espiral sin fin, que una y otra vez se vuelve a repetir,

Ojalá.


jueves, 30 de enero de 2014

Instante.





Ven, que voy a versarte y después voy a besarte.

Deja todo lo que tengas encima y despójalo en el frío suelo de tu habitación, que tú y yo vamos a calentar este ambiente tan sombrío, y liberar todo ese placer oculto que llevamos dentro.

Mírate, estás tan bonita cuando estas desnuda, cuando me sonríes y todo empieza a tener sentido. Es una lástima que cuando la luz del sol empiece a cegarme tenga que marcharme, pero ya sabes bella mía, que si me quedo un solo minuto más, estaré perdida entre tu piel nuevamente, dispuesta a entregarme a ti, sin límite de tiempo.

Ambas sabemos, que si pasa eso, volveremos al mismo punto muerto en el que nos encontrábamos inicialmente, y estoy cansada de volver a tropezar en la misma piedra tantas veces, es por ello, amor mío, que tienes que liberarme de esta tortura tan satisfactoria como destructiva a la que me estás sometiendo.

Me voy, pero no te prometo que volveré de nuevo, ya que todavía me escuecen las heridas que una vez nos hicimos. Igualmente, gracias por este instante en el que volvimos a ser nosotras en todos los rincones de tu habitación.



Adiós preciosa, con un verso y un beso me despido para no volver.